¿Cómo salir de nuestra zona de confort?: Los cambios se hacen con miedo
Por Catalina Echavarri @psicologacataechavarri
Psicóloga clínica y Coach, especialista en terapia breve estratégica, experta en trastornos ansiosos, trauma y relaciones de pareja. Terapeuta EMDR
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Estos últimos años no han sido fáciles, hemos vivido reiteradas crisis las cuales nos han invitado a replantearnos muchas cosas, desde lo valioso que puede ser tener una conversación presencial hasta si efectivamente nos encontramos construyendo esa vida que tanto anhelamos.
Como psicóloga clínica y coach estratégica, me toca acompañar a muchas personas que quieren hacer cambios en su vida, desde iniciar nuevos proyectos o independizarse hasta decidir cambiar de país e insertarse en una cultura diferente. Si bien, es prácticamente imposible describir como son estos procesos ya que cada uno de ellos se ajusta a las necesidades del cliente. Tampoco me atrevería a hablar de rasgos de personalidad de quienes se atreven a iniciar estos cambios.
Pero luego de mucho pensar, podría decirles que veo en todos ellos dos elementos característicos: Por una parte una toma de conciencia y necesidad de llevar a cabo un cambio, con una dosis elevada de convicción y valentía y por otra parte, un miedo profundo a la equivocación. Y es principalmente en este último punto, donde más me toca acompañarlos y potenciarlos.
Como diría Nelson Mandela “No es valiente el que no tiene miedo, sino quien sabe conquistarlo”. El miedo es una emoción protectora, que ha permitido la preservación de la especie. Todos sentimos miedos, sin embargo en muchas ocasiones los miedos se vuelven irracionales y limitan enormemente nuestro potencial. Hay investigaciones que evidencian que el 90,4% de los pensamientos negativos o catastróficos que tenemos cuando sentimos miedo o ansiedad jamás ocurren.
Por lo que una pregunta que les hago mucho a mis coachees para sacarlos de ese estado de temor es ¿Qué harías si tuvieras el 100% de seguridad en que vas a triunfar?. Esa sencilla pregunta abre un mundo de posibilidades, permite soñar y construir sin temor. Además, está comprobado que cuando nos contactamos con nuestros anhelos, pensamos positivamente y potenciamos nuestros recursos, nuestro cuerpo responde fisiológicamente a esos pensamientos generando hormonas y neurotransmisores, que vendrían a ser la mejor bencina para la consecución de nuestros objetivos.
Ahora hablemos del temor a la equivocación, ese miedo que muchas veces nos paraliza y nos impide hacer los cambios que necesitamos, dejándonos atrapados en una falsa ¨zona de confort”. Creo que hay pocas situaciones más incomodas que el tener la convicción de que necesitamos hacer algo y quedarnos paralizados por el temor a no lograrlo. Paradójicamente quedamos atrapados en el mismo lugar, ya que el no hacer nada y el temor a no lograrlo se vuelven parte del mismo asunto, no avanzamos ni logramos nada.
Hay muchas investigaciones que han logrado demostrar que el error es parte del desarrollo y aprendizaje, ya que contribuye al mejoramiento de nuestros procesos. Por lo que es importante tener conciencia de ellos, para así no volver a tropezar con la misma piedra. En Sillicon Valley, un lugar donde nacen muchas de las startups más exitosas a nivel mundial, hay un muro que señala “ fail fast, fail often” haciendo alusión a que hay que equivocarse rápido y varias veces, ya que esto ayuda a perfeccionar el plan.
Por otra parte, biológicamente nuestro cerebro al someterse a un error, genera nuevas conexiones neuronales, estableciendo nuevos caminos de aprendizaje, lo cual amplia nuestro repertorio neuronal y conductual.
Por último, existen dos mentalidades ante el error, la fija y la creciente. Las personas con mentalidad fija son quienes ven el error como señal de no ser buenos en algo, en cambio, aquellas con mentalidad creciente ven al error como una señal de trabajar más fuerte.
Y tú, ¿Qué mentalidad quieres forjar?