Mindful Eating: Transformando nuestra forma de relacionarnos con la comida y nosotros mismos

Por Pepi Abovic @pepiabovic fundadora de Mindful Lab

¿Qué es el Mindful Eating?

Mindful Eating es una práctica que nos invita a hacer más sagrada la experiencia de comer y a nivel más profundo una forma de relacionarnos con nosotros mismos. ¿Cómo? Llevando Atención Plena al momento de comer. Conectar con nuestros sentidos y con la profunda sabiduría de nuestro cuerpo.

No se trata de dietas, ni estructuras, ni horarios fijos que nada tienen que ver contigo. Tiene que ver justamente con entregarte de vuelta tu propio poder. El poder de elegir, de escuchar a tu cuerpo, de conectar con tu estómago y sus señales. Se trata de volver a confiar en tu propia sabiduría, permitiendo que la alimentación sea una parte fluida de tu vida y no "El tema" de nuestra vida.

Este enfoque no promueve las restricciones y prohibiciones, si no promueve las decisiones conscientes por un profundo sentido de amor propio y autocuidado. No es un camino que nace del miedo. Mindful Eating es un camino que nace desde el amor. Es por esto, que personalmente, el trabajo lo realizo a un nivel profundo, desde la psicología, el mindfulness y otros enfoques que complementan la experiencia de conocernos mejor, amarnos realmente, y acercarnos hacia la vida que queremos.

¿Cuál es su origen?

El Origen del enfoque de Mindful Eating, asi como su nombre lo sugiere, se basa en la práctica de Mindfulness en sí. La pionera en el desarrollo de Mindful Eating fue la psicóloga Jean Kristeller en los años 80 con su programa MB-EAT, donde empieza a trabajar con personas que sufren obesidad y luego ampliando a todos quienes llevan una relación difícil con la comida. Otros programas se han ido desarrollando a lo largo de los años incorporando nuevas miradas y enfoques.

La evidencia científica detrás de programas de alimentación basados en mindfulness muestran efectos muy positivos en el impacto de bienestar general, manejo de TCA como trastorno por atracón, relación con la comida, manejo saludable del peso, ingesta, autoestima, etc...



¿Cómo fue que comenzaste a practicarlo?

En el año 2015 me topé con un libro que me llamó la atención llamado "Comer Atentos" de Jan Chozen Bays. En ese tiempo yo llevaba una relación difícil con la comida y mi cuerpo. Desde mi juventud había estado trabajando, en paralelo a mi carrera, en el mundo del modelaje, lo que me llevó a pasar muchos periodos de dietas extremas, insatisfacción constante con mi cuerpo y de cierta manera sentir que nunca era suficiente. Nunca pasé por un TCA pero si períodos de desequilibrio con la comida, dietas, exceso, prohibición, cálculos, obsesión, etc.

Desde ese libro toda mi perspectiva cambió. Decidí vivir como paciente un programa de Mindful Eating basado en el enfoque ME-CL (Mindful Eating Conscious Living). Desde entonces, junto a mi formación como psicóloga y coach, decidí que era algo que quería tambien compartir con otros. Expandir. Había encontrado una "Joyita" que podía ser de gran ayuda para muchas personas.

Desde entonces empecé a formarme como profesional de la salud en Mindful Eating, certificandome también como Instructor en el programa MB-EAT y MBSR.

Hoy, y después de muchas horas de estudio, práctica personal, acompañamientos grupales e individuales, formaciones en otros enfoques y post grados tambien en Mindfulness y Compasión, me han permitido desarrollar mi propio programa ME-SL *Mindful Eating - Self Love*, basado en mindfulness, psicología, autocompasión y amor propio. Además de realizar este programa para grupos, este año viene algo muy emocionante para mi y que será justamente formar a otras profesionales de la Salud en este Programa y enfoque, para que ellas puedan seguir expandiendo este camino tan sanador.

Si pudieras decirnos 5 beneficios que traído a tu vida, cuáles serían?

  • La comida "no es tema" para mi. Puedo comer y disfrutar sin ansiedad ni culpas. Es algo fluido y que simplemente es parte de mi vida
  • Me ha permitido ser más consciente de mis decisiones y por ende elegir cuidar mejor de mi. Todo desde un lugar de cariño y no de miedo.
  • Me permite disfrutar y gozar de la comida misma sin caer en la "mentalidad dieta" (tan dañina para tantas personas). Conectar con los alimentos a través de los sentidos, realmente saborear lo que como.
  • Me permite relacionarme de manera mucho más amable conmigo misma, hablarme mejor y por ende tratar a mi cuerpo mejor. Todo es circular. Si yo me critico duramente o me trato mal, genero ansiedad y malestar en mi misma, lo que me podría llevar a conductas evitativas de lo que siento (y al mismo tiempo placenteras al corto plazo), como comer. En cambio, cuando mi trato y lenguaje interno es amable, me entrego la posibilidad de romper con ese ciclo destructivo y generar otras emociones que me permiten relacionarme con el tema cuerpo/comida (y vida en realidad) muy distinto.
  • A un nivel más profundo, Mindfulness mismo, que es la base de mindful eating, me ha ayudado a conocerme mejor, a incorporar prácticas que me traen equilibrio y conexión conmigo y mi cuerpo. A poner las cosas en perspectiva y salir de la rueda de la mente. Para vivir más plena, presente y en calma.


¿Tips y Recomendaciones?

Partir por tratarse mejor y ser amable contigo. Trabajar la aceptación y amor propio como agente inicial de un proceso de cambio.

En la relación con la comida misma empezar a:

  • Permitirse SENTIR Hambre, sin miedo. Conocer tus propias señales de hambre y saciedad, información muy importante que siempre nos da el estómago.
  • Empezar a amigarte con tu cuerpo para poder conectarte realmente con él y asi practicar la escucha intuitiva de lo que necesita y quiere comer (Hambre celular)
  • Saber que el Hambre emocional es parte de nuestra condición humana, dado que somos seres emocionales. Lo importante es poder aprender a "surfear" mejor nuestras emociones, entenderlas y permitirnos sentirlas sin escaparnos de ella. (Por eso también la práctica de mindfulness y autocompasión es tan útil)
  • Comprender qué creencias hay de fondo, patrones familiares, heridas de infancia, que pueden influir en tu relación con la comida y cuerpo hoy.
  • Sentarte con un plato de comida, sin celular o distracciones y SENTIR. Saborear la comida, masticar lento, tragar, sentir todo el proceso que involucra comer y así honrar y agradecer la posibilidad de tener esos alimentos.
  • Recordar que somos seres de cuerpos y almas sabias. Que no necesitamos de tanta pauta o estructura externa. Podemos recuperar nuestro poder y empezar a escucharnos mejor.
  • Volver más a la tierra, que de ahí somos.
11 agosto 2022 — Casa Siete

Comentarios

Ingrid León torres

Ingrid León torres dijo:

Que reconfortante e inspirador, muchas gracias por compartir información tan valiosa🤍

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